domingo, 5 de junio de 2016

La explosión del buen tiempo

Entramos en la etapa final de la primavera, con el verano acechando de cerca y su implacable calor es la más notable muestra de ello. Hoy he ido a dar una vuelta en tales condiciones, y no ha sido necesario que me alejase demasiado del casco urbano: en una valla de madera en la ribera del Henares podemos encontrar todo con lo que un entomólogo podría soñar.

Lo primero en lo que me he fijado es en lo crecida que estaba la vegetación tras la explosión primaveral. Las ramas de los árboles invadían la valla, y es precisamente en las hojas de éstas donde se podían ver gran número de insectos, especialmente hormigas. Como las hormigas me parece que las tenemos muy vistas, me he centrado en otros insectos a mi juicio más interesantes, como es el caso del gorgojo (Curculionidae).


Estos bichejos tienen una forma muy característica, destacando su alargada boca en forma de trompa o pico (que, desgraciadamente, no se aprecia en la foto de arriba).

Compartiendo hábitat con los anteriores, nos encontramos a la galeruca del olmo (Xanthogaleruca luteola).


Este insecto es bastante común en la zona, siendo fáciles de ver en cualquier salida. De hecho, hay épocas en las que es fácil verles dentro de las casas cercanas, colándose por las ventanas que dan hacia el río.

En las mismas hojas también había ¿escarabajos? como el que sigue.


Pese a lo curioso que es: de forma redondita y sin cuello, de pequeño tamaño y colores metalizados, no he conseguido identificarle. Como siempre, cualquier ayuda al respecto será bien recibida.

Otro "clásico" del río es el zapatero (Pyrrhocoris apterus).



Pasamos a continuación a los omnipresentes dípteros. Moscas y mosquitos no faltarán nunca en la cercanía de un río, y hoy no podía ser diferente. Empecemos por uno de los más impresionantes: la mosca ladrón o asesina (asilidae).


De tamaño bastante mayor al de una mosca común y estructura mucho más robusta y alargada, este insecto es una de las peores pesadillas de insectos más pequeños que él.

Otro díptero muy común en la zona es la mosca de las flores (Anthomyia pluvialis).


Reconocible por su lomo de color claro con puntos negros.

También hemos podido ver a la mosca azul (Calliphora vomitoria).




Por último, y aunque las fotos no son demasiado buenas, mostraros unas abejas (Lasioglossum leucozonium) que estaban danzando al rededor de las flores, rebozándose en su polen, el cual llevan pegado en forma de bolas blancas.





Y estas han sido las fotos del paseillo de hoy, especialmente fructífero teniendo en cuenta que todas ellas han sido sacadas en un recorrido de unos 500 metros.

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